Mostrando las entradas para la consulta circo de price ordenadas por relevancia. Ordenar por fecha Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas para la consulta circo de price ordenadas por relevancia. Ordenar por fecha Mostrar todas las entradas

21 de septiembre de 2011

Circo Teatro de Price


Thomas Price, acróbata y domador de caballos irlandés, procedente de una familia con gran tradición circense, no sólo en España, sino también en Escandinavia y el resto de Europa, se instala en Madrid en 1858 y decide levantar un simple barracón cercano a la plaza de toros de la Puerta de Alcalá para actuaciones de compañías acrobáticas. 
Ya corriendo el año de 1868 por fin consigue su sueño, llevar a cabo un proyecto largamente acariciado y asentarse en su propio circo estable. El Circo de Price, “la catedral del circo español”, obra del arquitecto Pedro Vidal

Una edificación casi en su mayor parte de madera se instala en el madrileño paseo de Recoletos, más concretamente, en el actual cruce de la calle de Bárbara de Braganza con el Paseo de Recoletos, en el entonces denominado Jardín de las Delicias, lugar de recreo y paseo para los madrileños. 
Posteriormente y debido a su popularidad el establecimiento se queda escaso de aforo con tanta afluencia y ante la imposibilidad de ampliación por las edificaciones colindantes, el señor Price decidió construir un nuevo circo situado en la Plaza del Rey, en un antiguo y amplio solar perteneciente al entonces desaparecido "Teatro del Circo". 

Price fallece prematuramente en Valencia, en 1878, debido a un accidente fortuito durante una gira, sin poder ver realizado su gran sueño, por lo que su administrador y yerno William Parish, tomó la dirección del nuevo proyecto. Dos años más tarde de la muerte de Price, el 5 de diciembre de 1880, se inauguró el nuevo edificio de la plaza del Rey, esta vez diseñado por el arquitecto Agustín Ortiz de Villajos, recibiendo el nombre de "Circo Teatro de Price", conservando así en su fachada el nombre en honor de su fundador. 

Apenas ha pasado un año de su inauguración cuando un incendio destruye por completo el edificio. Parish persevera y levanta otro de factura un poco más moderna con la ligera variación de que ahora se llama “Teatro Circo de Price”. A la muerte de Parish, en 1917 y en su homenaje, pasa a llamarse “Circo de Parish”. En 1940 tras un bombardeo, el edificio queda reducido a escombros sobreviviendo tan sólo su fachada. Tras la guerra civil se inicia su reconstrucción. Mientras dura este proceso sus actuaciones se continúan haciendo bajo una carpa improvisada instalada en la calle de Barceló. 
En los principios de este circo, cada noche triunfaba el inigualable trapecista de la época Jules Leotard, francés de nacimiento, que por su peculiar y novedosa indumentaria para aparecer en escena, consistente en unas ajustadas y provocadoras mallas, se las dio en llamar, por el nombre de su revolucionario portador, “leotardos”. 

El espectacular número del descocado Leotard consistía en peripecias en el trapecio, en las que no utilizaba red de seguridad, y juegos y trucos con cuerdas y aros. Leotard, para rematar su número, solía acabar su despliegue de saltos y piruetas en lo alto del mástil central. A lo largo de su siglo de historia también desfilaron por sus pistas grandes figuras como los Briatore, Pompoff y Thedy, los hermanos Moreno, trapecistas como Miss Mara y Pinito del Oro, y el payaso catalán Joseph Andréu i Lasserre “Charlie Rivel”, y tras la última reconstrucción de posguerra cabe destacar a Estrellita Castro, Mary Santpere, Antonio Molina, Rafael Farina, el Dúo Dinámico, Juanito Valderrama, Luis Sánchez Polack “Tip”, el entonces “Mike” Ríos, etc. 

Tras la última función, del 12 de abril de 1970, el edificio sería derribado para levantar en su lugar una horrenda construcción que albergaría una entidad bancaria, posteriormente ocupada por la sede del Ministerio de Cultura. 


Fuentes: "Postales Antiguas de Madrid" de Ediciones La Librería, "Ayuntamiento de Madrid", "Archivo Histórico Regional", "Urbanity", "Viejo Madrid", "Sociedad Española de Librería", "Museo Municipal de Madrid".

M@driz hacia arriba© 2011 | Manuel Romo

19 de noviembre de 2010

Teatro Apolo



Madrid conoció en la segunda mitad del siglo XIX el mayor crecimiento teatral de su historia. Teatros como el Español, Novedades, Variedades y Circo Price compitieron con el Martín, Eslava, Lara, Apolo, Comedia o Príncipe Alfonso. A estos se unían el Bretón, Buenavista, Recreo, Cava Baja, Liceo Cervantes, Liceo Ríus, Platerías, Pintoresco, De la Risa, De la Sartén y otros de corta vida o de temporada, al ofrecer sólo representaciones en verano. Ante la oferta existente se acordaron cuatro representaciones: Antes de cenar, después de cenar, después de la tertulia y la cuarta para trasnochadores. Nacía el teatro de funciones por horas. ¡Un real costaba la entrada!.

En 1861 había en Madrid 575 sociedades casino, 145 de baile, 139 de música y 123 dramáticas, con nombres como Rigoletto, El Club de los Lindos, La Deliciosa o El Elegante. Los salones del Prado, Recoletos, Circo de Paúl o Alhambra se convertían en salones de baile y surgieron otros como el jardín del Circo Price, los jardines Tívoli, los jardines Paraíso, el Eliseo Madrileño y los Campos Elíseos. En casas particulares, sobre todo de la nobleza, se representaban obras, todavía en 1864 había 722 marqueses, 588 condes, 166 caballeros de Santiago, 82 duques, 74 vizcondes y 67 barones. 

En 1870 el primitivo convento de los carmelitas descalzos fue demolido para construir el Teatro Apolo, un templo de la música que si bien al principio se dedicaba a poner obras de Echegaray, pronto se convirtió en la sede del teatro lírico estrenando “La Verbena de la Paloma”, con el sobrenombre de “El boticario y las chulapas o Celos mal reprimidos”, “La Revoltosa”, “Agua, azucarillos y aguardiente” o “La Gran Vía”, esta última estrenada en el Teatro Felipe y luego cuatro temporadas en el Apolo.

Teatro Apolo4 1920

En los últimos diez años del siglo se produjeron 1500 títulos de autores como los hermanos Álvarez Quintero, Arniches, Benavente, Vital Aza o Fernández Shaw con música de Chueca, Chapí, Bretón, Torregrosa o Serrano. El Teatro Apolo, antes Teatro Moratín estuvo situado junto a la iglesia de San José, en la calle de Alcalá, y abrió su puertas entre 1873 y 1929. Tras su demolición se levantó en su lugar el edificio del Banco de Vizcaya.


Madrid hacia arriba© 2010 | Manuel Romo

25 de junio de 2013

Palacio de la duquesa de Medina de las Torres


©M@driz hacia arriba

Fue construido entre 1881 y 1884 por el arquitecto castellano-manchego Agustín Ortiz de Villajos (1827-1902) en el paseo de Recoletos, sobre gran parte del solar donde estuvo ubicado el Circo Teatro de Price, derribado tras un asolador incendio. Sobre la parte restante que quedó libre del solar, se construiría unos años más adelante el contiguo palacio de Elduayen. Estos dos palacios, junto a los del Marqués de Salamanca, Marqués de Alcañices (Duque de Sesto) y otros notabilísimos edificios, convertirían esta zona de la capital en una de las más elegantes de todo Madrid. 

©M@driz hacia arriba ©M@driz hacia arriba

En el palacio de la duquesa de Medina de las Torres, podemos apreciar un elegante alzado que, originalmente, constaba de cuatro plantas y semisótano. Este edificio está estructurado en dos cuerpos de esquina y un cuerpo central con cinco vanos por planta ofreciendo todo el conjunto unas fachadas muy equilibradas por la distribución de los huecos y la sencilla decoración de los machones verticales de ladrillo. La pretensión de Ortiz de Villajos era obtener una construcción donde resaltara sin mucha ostentación el estilo de un palacio urbano, a la vez que velaba dicha ostentación asemejándola a un edificio de viviendas. 

Fundación MAPFRE

Unos veinticinco años después de su construcción, ya en la primera década del siglo XX, se decide hacer ciertos cambios en el edificio para proporcionarle un aire un tanto más señorial y se encarga la acertada construcción de dos torreones sobre los cuerpos de las esquinas, eso sí, siempre guardando la simetría, las decoraciones verticales y horizontales del estuco y empleando también en ellos los machones de ladrillo. En su interior caben destacar las alturas de algunas de sus plantas, llegando a alcanzar en la segunda y la tercera unos 4 metros cada una, mientras que en la planta principal se acerca casi a los 5 metros. 

©M@driz hacia arriba ©M@driz hacia arriba

En la parte trasera del edificio, mediante un pasadizo volado, se accede a un cuerpo trasero supuestamente construido en la reforma de 1908 para albergar las cocheras, almacenes y las habitaciones del servicio. Actualmente, el antaño palacete ducal, hoy convertido en espacio expositivo de la Fundación MAPFRE, desde el 13 de junio al 4 de agosto, nos muestra una magnífica exposición: “Terrenos de juego” de Alberto Giacometti (1901-1966). Una buena ocasión para viajar este fin de semana a Madrid, alojarse en uno de sus hoteles y disfrutar de la amplia y variada oferta cultural que nos ofrece la capital en estos primeros días de verano. 


Fuentes: Alzado cortesía de Fundación MAPFRE, Madrid histórico
M@driz hacia arriba©2006-2013 | Manuel Romo

17 de julio de 2017

Cementerio Británico



Después de casi 200 años de negociaciones, desde la muerte del secretario del embajador británico en Madrid, Mr. Hole, en 1662 y ante la negativa de dar sepultura litúrgica en un cementerio católico al cuerpo de una persona no católica, el Ayuntamiento de Madrid concedió en 1850, un terreno de menos de una hectárea en el barrio de Carabanchel para enterramientos de este tipo de personas.
En 1853 se firman las escrituras y en 1854 por fin se funda el “British Cemetery”, entre las calles de Inglaterra, Irlanda y Comandante Fontanes. El primer enterramiento se realizó el 10 de febrero de ese mismo año inhumando el cuerpo de un joven de 19 años llamado Arthur Thorold.


Un verdadero caballero británico, David J. Buttler, historiador y guía actual del cementerio, nos desgrana con auténtica maestría los secretos, anécdotas y curiosidades del Camposanto. En el recorrido nos muestra la pirámide, obra del arquitecto Fernando Arbós y Tremanti, para la familia austrohúngara de los Bauer, la imponente lápida que acoge los cuerpos de tres miembros de la familia Loewe, o la tumba de familia Lardy, fundadores del salón del mismo nombre y referente del Madrid del siglo XIX. Siguiendo el recorrido nos muestra la tumba de un embajador ruso, otra de un combatiente de las Guerras Carlistas, la del domador William y su mujer Matilde Parish, hija del fundador del circo Price.



También se encuentran enterrados en este recoleto recinto el cuerpo de Margarita Kearney fundadora del salón de té Embassy, la aristocrática baronesa Tatiana de Korf, la historiadora norteamericana Alice Bache Gould y Quincy, descendiente directa del presidente de EE.UU John Quincy Adams, el pintor californiano Albert Sheldon, el fundador del Instituto británico de Madrid, Walter Starky, el panteón de la familia Tersch y la lápida del fotógrafo Charles Clifford, que junto a Jean Laurent nos dejó constancia gráfica de cómo era el Madrid del siglo XIX.


M@driz hacia arriba©2006-2017 | Manuel Romo